Una de las principales preocupaciones que nos generan nuestros dispositivos electrónicos es la duración de la batería. Hay muchos factores que afectan al consumo: tamaño de la pantalla, brillo de la misma, wifi encendido, tecnología del microprocesador y placa base, unidad óptica en funcionamiento, tipos de programas empleados, etc… Pensad que la garantía de cualquier dispositivo es de 2 años mientras que la batería tiene una garantía de 6 meses.
La mayoría de los ordenadores portátiles actuales incluyen baterías de litio que permiten al menos trabajar más de cuatro horas sin necesidad de enchufar el dispositivo a ninguna fuente de alimentación.
El rendimiento de la batería se va perdiendo desde el primer día, pero no es observable hasta ya pasado un tiempo. El inconveniente de las baterías es que su rendimiento va bajando con el tiempo, es decir, pasados unos dos años o un poco menos, notaremos que la batería ha perdido un rendimiento considerable, y tendremos que conectar nuestro ordenador cada vez con más frecuencia a la red eléctrica.
¿Que son los Wh que se indican en la etiqueta de la batería de un portátil?
Llamamos miliamperios (mAh) a la capacidad de energía o unidad de carga eléctrica. Indican la cantidad de carga eléctrica que pasa por los terminales de una batería en una hora. Los mAh no es un dato a tener en cuenta si hablamos de las compatibilidades. Los mAh indican la duración. Si la batería que vas a comprar tiene más mAh que la batería que tiene tu portátil no te preocupes, es mucho mejor: eso significa que la batería va a durar más tiempo que la que tenía. Normalmente los fabricantes de baterías para ordenadores portátiles fabrican éstas con 4400 mAh, 5200 mAh, 5600 mAh y 5800 mAh. En este caso una batería de 5800 duraría un poco más de tiempo en tu portátil.
Los Wh (Vatios o Watt) son la potencia que proporciona la batería. Digamos que para una hora de trabajo la batería de su portátil necesita 20Wh y, por tanto, para unas 3 horas necesitaría unos 60Wh. ¿Entonces qué función realizan los mAh (miliamperios)? La respuesta es la siguiente:
mAh (miliamperios) x V (Voltios) = Wh (Potencia)
Un ejemplo: Cogemos una batería común de Asus X53S.
Características: 5200 mAh y 10.8V
5200 mAh x 10.8V = 56,16 Wh que podría equivaler a unas 3 horas de duración aproximadamente.
Hay que tener en cuenta que la duración de la batería también dependerá del modelo de portátil. Hay portátiles que consumen más Wh (por los componentes que contienen) y otros consumen menos. Por ello, una batería de, por ejemplo, 5200 mAh podría no durar lo mismo en dos portátiles distintos pero compatibles con esta batería.
¿Qué son las celdas de la batería de un portátil?
Las celdas de las baterías de portátiles son como unas pilas pequeñas, unidas entre sí, que están dentro de la batería del portátil. Por lo general las baterías de portátiles de 10.8/11.1V y de 4400 mAh hasta 5200 mAh contienen 6 celdas, las baterías de portátiles de 14.4/14.8V y de 4400 mAh hasta 5200 mAh contienen 8 celdas y las baterías de portátiles de 10.8/11.1V y de 6600 mAh contienen 9 celdas.
He puesto estos ejemplos para aclarar que los mAh no es un dato a tener en cuenta para saber si la batería que uno va a comprar es compatible con su portátil o no. Los mAh simplemente indican la duración. Cuanto más mAh tenga una batería, mejor. Si tu batería de portátil contiene 6 celdas puedes comprar perfectamente la de 9 celdas. La duración aumentaría considerablemente.
Las baterías de 9 celdas tienen una forma un poco más grande ya que contienen 3 celdas más. Por lo general sobresaldrá por la parte de abajo haciendo levantar un poco el portátil (algunas veces incluso es más cómodo trabajar así), otras veces puede sobresalir por la parte trasera en horizontal. Aquí es importante que sepas que la batería de 9 celdas eleva el peso del portátil, pero te aseguro que merece la pena. También debes tener en cuenta que el maletín o funda protectora de tu portátil debe tener capacidad suficiente para que quepa este tipo de batería.
¿Porqué se dañan las baterías de los portátiles?
Quizás el mito más extendido sobre las baterías es que si dejamos nuestro ordenador permanentemente conectado a la fuente de alimentación esto hará que la batería se estropee. No es cierto, en absoluto. Eso ocurría con las baterías de níquel de hace años. Los ordenadores modernos cuentan con sistemas que bloquean la transferencia eléctrica a la batería una vez que está cargada, por lo que funciona como un «bypass» mientras está conectada a la corriente.
Lo que sí que es cierto es que las baterías tienen una cantidad de ciclos de carga limitados, y si cargas/descargas la batería cada vez que usas tu ordenador estás reduciendo los ciclos de vida de tu batería. Por cada ciclo de carga la batería pierde capacidad.
Seguramente también has escuchado que interrumpir una carga, o poner a cargar la batería sin que esté totalmente descargada terminará por estropearlo. Falso, al menos parcialmente. El mito se fundamenta en el efecto memoria, una característica muy acentuada en las viejas baterías de níquel que determinaba que en efecto las baterías perdieran calibración. Las baterías de litio apenas si se ven afectadas por este problema, y por suerte son fáciles de calibrar, con lo que se recuperan sin problemas.
Tarde o temprano tu batería iniciará el fin de sus días sin embargo voy a darte unos consejos para intentar alargar lo máximo posible la llegada de ese día.
- No dejes que se descargue por debajo del 15% de su capacidad
- Mantén la batería tan cargada como puedas cuando no la uses. Yo soy de los que quitan la batería al portátil cuando lo mantengo en la misma ubicación, sobre el escritorio. Eso sí, siempre cargada.
- Evita la humedad y las temperaturas altas. Una mala costumbre es ponernos el portátil sobre las piernas mientras vemos la TV. Lo hacemos todos, pero no son las mejores condiciones de temperatura, ni para la batería, ni para el portátil.
El futuro se llama Grafeno.
La comunidad científica y los fabricantes no cesan de mejorar el rendimiento de las baterías, que se optimiza un 5 % cada año, pero las de ion-litio se degradan con el tiempo, tienen una vida limitada y el electrolito líquido que se usa en muchas de ellas para almacenar la energía eléctrica es inestable e inflamable, tanto que las aerolíneas prohíben el transporte de estos dispositivos en la bodega de los aviones, donde un fuego accidental sería difícil de detectar a tiempo.
El desafío es crear baterías superduraderas que se recarguen en poco tiempo, un requisito imprescindible para el desarrollo de los coches eléctricos, smartphones y portátiles más eficaces, redes energéticas más limpias y baratas. Muy pronto, las baterías para teléfonos y computadoras portátiles podrían ser recargadas diez veces más rápido que las actuales y podrían durar más de una semana.
Solo piensa en el ahorro de tiempo que conllevará el recargar un Smartphone o un portátil, u otro dispositivo que funcione con una batería de grafeno y que pueda ser recargado completamente en tan solo 15 minutos. Eso es, por lo menos, casi una hora más rápido que la recarga promedio del Smartphone más rápido en lo que respecta a recargar la batería actualmente.
El Grafeno es un material formado por átomos de carbono puro dispuestos de forma hexagonal. Esta disposición lo convierte en un excelente conductor de la electricidad y un transformador de la luz solar en energía eléctrica entre otras cualidades.
Una de las cosas importantes de la batería de grafeno es que esta debe ser lo suficientemente resistente como para ser descargada y recargada unas 3.500 veces, lo que es siete veces más fuerte que una batería convencional de iones de litio. Sin considerar su enorme aplicación en el campo de los vehículos eléctricos.
Ese futuro es casi presente. A la cargaaaaa!!!