El navegador de Google ha demostrado ser una alternativa ligera, muy rápida y bastante eficiente comparada con los demás navegadores. Además, solo está disponible en Windows, aunque se trabaja para portarlo a otras plataformas. En este post te comento algunos trucos para acelerar, aún más, la navegación con Google Chrome.
Desactiva el filtro anti-phishing
Si eres un usuario común, es mejor no tocar esta opción. Pero si eres un usuario relativamente avanzado y distingues la página de tu banco de la página de la pescadería de abajo, puedes desactivar esta opción y ahorrar algo de tiempo, CPU y ancho de banda. Vete a las Opciones de Chrome y en la pestaña Avanzadas desmarca la opción “Habilitar protección contra phishing y software malintencionado”.
Desactiva la precarga de DNS
En la misma pestaña que el truco anterior, puedes desmarcar la opción “Utilizar la precarga de DNS…”, que guarda datos sobre las páginas web que visitas para poder tardar menos en acceder a ellas en posteriores visitas. Normalmente es recomendable mantenerlo, pero si notas que tu navegador empieza a responder de manera lenta puedes deshabilitar esta caché.
Desactiva las estadísticas de uso.
Si bien se recomienda dejarlo para facilitar la vida a los desarrolladores, es un hecho que es una actividad paralela que añade algo innecesario a nuestro navegador. En la misma pestaña de los dos trucos anteriores puedes encontrar esta opción.
Elimina datos de navegación con regularidad
Si bien Chrome no permite todavía hacer una limpieza automática de tu historial, en cualquier navegador que he probado esto es indispensable si quieres evitar que se degrade. Vete al menú de herramientas (el de la llave inglesa) y elige la opción “Eliminar datos de navegación”. Eso sí, acuérdate de escoger en la caja “Eliminar datos de este periodo” la opción “Todo”, si no estarás eliminando solamente lo último y dejando el historial viejo. Repite este paso de vez en cuando, cada semana o cada mes, como prefieras.
Desactiva funciones innecesarias-
Todos los trucos siguientes se basan en opciones que puedes indicar en el lanzador de la aplicación. Para ello, crea un icono de acceso directo en el escritorio o en el menú de inicio, o simplemente edita el que sueles usar. Para editarlo, haz click derecho sobre el icono y elige la opción Propiedades.
En la caja Destino se indica la dirección del ejecutable, que será lo que cambiemos para añadir las opciones. Por ejemplo, para desactivar Java la caja deberá quedar tal que así si usas Vista:
C:\Users\%username%\AppData\Local\Google\Chrome\Application\chrome.exe -disable-java
O así si usas Windows XP:
«C:\Documents and Settings\%username%\Local Settings\Application Data\Google\Chrome» -disable-java
Ahora ya puedes escoger qué opción usas de entre todas las posibles:
-disable-dev-tools para desactivar las herramientas de desarrollador, si ni siquiera sabes qué son puedes deshabilitarlas perfectamente.
-disable-logging para desactivar los archivos de registro que guardan información sobre lo que pasa en tu navegador (sobre todo si algo sale mal). Un usuario normal lo puede desactivar sin problemas, de hecho puede que note una ligerísima mejoría. Ten en cuenta que las versiones normales esto ya está desactivado, pero en las versiones “beta” está activado, así que solo te será útil si usas una novísima versión.
-disable-metrics para desactivar el sistema de estadísticas de uso. Lo puedes desactivar perfectamente.
-disable-metrics-reporting para desactivar el envío de estadísticas, pero no la recopilación. Completamente inútil si no eres un desarrollador, ya que el envío también se desactiva con la opción anterior.
-disable-java para desactivar Java. Como ya dijimos en otras entradas del especial, Java es hoy en día un lastre para la web que raramente se utiliza pero que puede ralentizar tu navegador. Así que muy recomendable.
-disable-javascript para desactivar Javascript. Algo nada recomendable si no sabes lo que estás haciendo, ya que la mayoría de sitios usa esta tecnología. Incluso algunos de forma intensiva, como los propios servicios de Google, que dejarán de funcionar si Javascript no está activado. Si entiendes estos problemas, es posible que te sea útil si eres un fanático de la privacidad o si quieres ahorrar ancho de banda.
-disable-plugins para desactivar todos los plugins. No es muy recomendable porque dejarías de poder usar Flash, y por tanto miles de sitios entre ellos Youtube serían inservibles. Si comprendes estas limitaciones, adelante.
-disable-images para desactivar todas las imágenes. En condiciones normales no tendría mucho sentido volver a una web de solo texto, pero puede serte útil desde conexiones lentas. Por ejemplo, si de vez en cuando usas una conexión GPRS/3G esta opción te ahorrará muchísimo ancho de banda.
-disable-hang-monitor no está documentado, y el código fuente no lo deja muy claro, que dice literalmente: suprime el monitor de cuelgues en procesos “renderer”. Creo que significa que desactivarías la recuperación de pestañas congeladas, de cualquier modo no parece una buena idea usarlo y no lo recomiendo.
–new-http utiliza una nueva pila HTTP que aún está en pruebas. Puedes intentar cambiarlo y ver si notas alguna mejoría, si no olvídate de él.
Por supuesto las opciones pueden añadirse una detrás de otra si dejamos un espacio en blanco entre ellas. Como veis, aún es muy poco usable la personalización del navegador, muy parecido a Safari, y a años luz de Firefox y Opera. Esperemos que en un futuro, con el desembarco en todas las plataformas, mejore también en este aspecto.