Los dos grandes enemigos de los ordenadores han sido siempre el polvo y el calor, que con el paso de los días se acumula sobre el hardware de la torre, dando como resultado que los componentes de nuestro PC se desgaste hasta un punto que dejen de funcionar para siempre.
Por ello es aconsejable mantener nuestra PC en perfectas condiciones de limpieza y refrigeración, con el fin de alargar la vida útil del equipo.
No basta sólo con incorporar un buen sistema de ventiladores y disipadores en el interior de la torre, sino que además será necesario que elijamos cuidadosamente la ubicación física que le asignaremos al equipo.
Es fundamental evitar lugares que sean propensos a acumular calor o polvo, por ejemplo, encajonados en algún mueble. Jamás deberemos colocar nuestro equipo cerca de aparatos que expulsen calor, como lo son las estufas y los calefactores. Mayor hincapié deberemos hacer durante las temporadas estivales, períodos en los cuales es recomendable colocar los equipos en ambientes que se caractericen por poseer una buena y constante ventilación, e incluso si es posible refrigerados por aire acondicionado.
Lo mismo sucede con el polvo, el cual deberemos evitar en la medida en que sea posible. En este punto no sólo es importante ubicar el equipo en un entorno libre de polvo, sino también realizar frecuentemente una limpieza detallada de cada uno de los componentes de nuestro PC.
Para limpiar nuestro equipo podemos utilizar líquidos especiales, diseñados exclusivamente para la higienización de computadoras, y productos de limpieza de artefactos electrónicos para mantener en perfecto estado la torre, el monitor, el teclado, el ratón y el resto de los periféricos que acompañan nuestro PC.
Lo primero que haremos para comenzar con la limpieza del interior y del exterior de nuestra computadora es desconectar todos los cables externos que proveen de electricidad a la PC y sus periféricos.
Es muy útil utilizar una mini aspiradora para computadoras o bien algún tipo de aparato soplador, como por ejemplo un secador de pelo que posea la función de expulsar aire frío. Esta tarea la realizaremos además con un pincel pequeño que utilizaremos como si fuera una escoba.
Así, limpiaremos todos los componentes que se hallan dentro de la carcasa, poniendo mayor énfasis en el entorno cercano al procesador, a la fuente de alimentación y a los ventiladores.
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