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teletrabajoCon la consolidación y aplicación de las nuevas tecnologías aplicadas en las empresas, el teletrabajo ya no es una utopía, sino que más bien es un modelo que se está aplicando ya en numerosas empresas con un razonable éxito. Y es que permitir a los empleados trabajar desde casa tiene numerosos beneficios, y no sólo los evidentes para ellos si no también los empresarios y para el medio ambiente.

De todos modos, no todas las empresas ni todos los empleados están preparados para este tipo de modelo. Siendo España un país donde prima el sector servicios, es evidente que muchas no podrían permitir el teletrabajo aunque quisieran, por requirir su profesión una estancia en un lugar físico concreto, como por ejemplo, un camarero; sin embargo, en muchos casos, las compañías aún se muestran reacias a permitir esta modalidad de empleo.

teletrabajo

El teletrabajo está funcionando, pero no de cualquier manera. Si bien es cierto que la motivación y la productividad de los empleados aumenta, ni todas los empresas ni todos los empleados se adaptan a esta forma de trabajo, o al menos de sacarle todo el partido posible. Para ser buen profesional, el empleado necesita capacidad de autoorganización y disciplina, y el hecho de no saber diferenciar su entorno laboral con su entorno personal puede hacer que la mejora de productividad esperada no dé los frutos deseados, si no más bien al contrario.

Por eso, la regla número uno del teletrabajo es “quitarse el pijama”; rutinas diarias como vestirse o desplazarse hasta el lugar de trabajo hacen que los empleados organicen mejor su tiempo. El trabajo a distancia se mueve por objetivos muy claros, y al igual que nuestra meta todas las mañanas es llegar a la oficina a tiempo, llegar al escritorio o mesa donde trabajemos en casa a tiempo debería serlo también; nuestro comportamiento debería ser igual en casa que en la oficina.

Hay muchos trabajos que nunca van a poder ser llevados a cabo desde nuestro hogar, sobre todo aquellos que estén de cara el cliente o de la cadena de producción. Para el resto, la empresa tiene que ser capaz, a su vez, de proporcionar a los empleados las herramientas adecuadas, y sobre todo, que funcionen de manera eficiente.

Sin embargo, no siempre el teletrabajo es la fórmula mágica que arregla los problemas de motivación y exigencia de los empleados. En algunos casos, se puede sufrir lo que se llama “tecnoestrés”, agravado además por el hecho de trabajar físicamente lejos de sus jefes y el resto de los empleados.

teletrabajo

La crisis sanitaria provocada por la expansión del Covid-19, conocido como Coronavirus, por España ha puesto en alerta a instituciones públicas y privadas, y ha obligado a muchas compañías a adoptar el teletrabajo como medida preventiva para asegurar la salud de sus plantillas.

Para ello se emplean soluciones de conexión VPN para conectarse remotamente, Escritorios Virtualizados (VDI) y equipos de comunicaciones securizadas. Un escritorio virtual se refiere a un sistema informático que no se ejecuta directamente en la máquina a la que accede el usuario, sino a través de un software cliente —instalado directamente en un dispositivo terminal— que permite la interacción mediante los periféricos habituales. Se trata de una tecnología en la Nube que permite a los usuarios disponer de recursos —software y datos— sin que sea necesario que estén presentes físicamente en el dispositivo que están utilizando. Esto tiene un buen número de ventajas desde el punto de vista empresarial y de negocio, así como en lo referente a la seguridad y flexibilidad de la solución.

teletrabajo

Estas son algunas herramientas que se emplean habitualmente en el teletrabajo.

G Suite de Google. Esta es una de las herramientas más populares para teletrabajar de todo el mundo. Las herramientas gratuitas que podemos utilizar de Google, como Documentos o Presentaciones, pueden ser suficientes para pequeñas empresas o profesionales autónomos, G Suite ofrece servicios más avanzados. De hecho, debido a la epidemia de coronavirus Google está ampliando de forma gratuita las herramientas de G Suite y G Suite for Education con las opciones de G Suite Enterprise y G Suite Education Enterprise. Que fundamentalmente permiten videoconferencias masivas con cientos de personas.

Slack. Esta es una solución creada para rebajar el uso del correo electrónico bastante sofisticada. Aunque su curva de aprendizaje es algo más compleja que en el caso de otras herramientas de teletrabajo colaborativo. En esencia se trata de una herramienta de chat para equipos de trabajo que permite intercambiar con eficacia toda clase de archivos. Incluso los que se encuentran en la nube.

Telegram. Una de las ventajas de Telegram para trabajar en grupo es que permite el envío de archivos con un peso mucho mayor que el de WhatsApp. Pues es posible compartir archivos incluso de 1,5 gigas. Algo fundamental para poder trabajar en equipo. Además existe la posibilidad de que podamos acceder a nuestros archivos desde cualquier dispositivo.

 

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0 comentarios

  1. El trabajo a distancia es una posibilidad real, pero no es la panacea. Muchos entramos a esta modalidad con la reclusión por la pandemia, lo que de por sí implica condiciones diferente a un teletrabajo en «normalidad».
    Luego del desconfinamiento debemos ver si efectivamente podemos llevar adelante un teletrabajo efectivo de verdad.

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